No llores por las noches es hora de buscar lo esencial.
La felicidad, la debilidad del débil. Paciencia, cosa de débiles también. El camino, los obstáculos atravezarlo todo para llegar a tocar esa piel, ese placer obsceno que arrasa con todo hasta el momento de despedirse, y darse cuenta que todo el camino que atravesaste en vano no valía la pena, que cada lagrima derramada no valió la pena, que las cosas siempre (o casi siempre) fueron iguales, y cada vez mas picantes. Que su cariño expiro hace rato, que ya no brilla su vida gracias a vos, que sos de vuelta una persona común y corriente bajo la protección de nadie. Sos vos buscando girar tu camino hacia otro lado, olvidando esos sentimientos que no querías dejar de sentir nunca, y ahí va tu proceso de adaptación Hoy el mundo gira en al rededor tuyo...
