3.10.2013

Vos querés sentir algo que te vuelva a estremecer pero ya sabes: cuando todos besan, preferís morder.



Somos seres humanos, somos sometidos, somos traumados. En un punto de nuestras vidas nos acostumbramos a ser la piedra en el zapato de otro, solo por que queremos revivir todo eso que en algun momento fue lo mas feliz de nuestras vidas. Y con el tiempo vamos aprendiendo, que simplemente somos eso y nada mas, la piedra en su zapato, la molestia de su vida. No puedo volver a ser feliz en los brazos de alguien, aunque moriría por volverlo a hacer. Tengo organizar mi vida para irme, o seguir luchando por una causa que nunca va a volver. No hay que encontrar el calor en la gente, hay que encontrarlo en uno mismo.
Me di cuenta que nadie merecía realmente tanto amor, por que el ser humano no nacio para amar, solo para destruir todo lo que crea. Y al fin y al cabo terminamos solo necesitando algo de sexo, calor, acostarse a mirar los dibujitos (entre otras cosas)... El amor es una capacidad que va mas aya de toda capacidad humana. Y a todo esto, lo que mas cuesta, es saber que nadie puede saciar nuestra infinita sed de amor, nadie puede hacernos feliz para siempre, lo que se fue ayer hoy no vuelve. 

Cansada de esperar felicidad en la soledad, cansada de afrontarlo todo sola, cansada de mi encierro. Siento el paso fuerte del tiempo perdido, del tiempo que pierdo diariamente. Siento la lucha de mi cuerpo por seguir, en ese camino oscuro, túnel sin tiempo. Y voy a seguir esperando, voy a seguir esperando. Mis silenciosos desesperados gritos de auxilio tienen que esperar. Mi mente se va cerrando de a poco, y siento como nada puedo hacer, que mañana va a estar todo perdido. No siento satisfacción para nada, estoy perdiendo en esta guerra contra mi.  Nadie puede decirme que hay vida cuando tu propia vida es la muerte en persona. 
Y mientras mando todo a la mierda con los ramones.