Y todo me hace sentir inseguridad extrema, desesperante, de esa que no sabe salir en lágrimas, de esa que sabe solo dañar y no sanar. De esa que te da preguntas sin respuestas, que te deja en la nada misma sin saber que hacer. De esa desconfianza eterna. Y solo nos tenemos a nosotros mismos, hundidos en desesperación que no nos deja decidir un camino feliz.
Lo escencial es invisible ante los ojos...
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