Todo lo que dicen de las relaciones entre los padres y los hijos son mentira, se supone que tus padres son los que más a fondo te conocen, pero no es verdad.
Las cosas más importantes que me han pasado en la vida ellos no lo saben. Cuando tenía cinco años me quedaba mirando por
la ventana las estrellas y me preguntaba qué había más allá, y después de eso qué seguía y así decenas de veces hasta que me invadía un terror cósmico y sentía ganas de aventarme por la ventana, nunca se lo dije a mi mamá.
Olvidan que ellos también tuvieron 15 años y que cuando tienes 15 años eres una bomba de estrógenos, hormonas y deseos reprimidos, de deseos reprimidos y no tanto. ¿Qué creen que haces cuando te encierras en tu cuarto y dices que vas a estudiar?
Los papás son bien cagados. Creen que pueden controlar todo, cuando te dicen: regresas aquí antes de las dos, como si no pudieras coger por las mañanas.
Por qué les preocupa tanto que sus hijas vivan algo que ellos también quieren o quisieron. Por qué les preocupa tanto que te metan un pedacito de carne entre las piernas. Ese pretexto para no sentirte solo para sentir toques en la espina dorsal y en el cerebro, ternura y cariñito.
Las cosas más importantes que me han pasado en la vida ellos no lo saben. Cuando tenía cinco años me quedaba mirando por
la ventana las estrellas y me preguntaba qué había más allá, y después de eso qué seguía y así decenas de veces hasta que me invadía un terror cósmico y sentía ganas de aventarme por la ventana, nunca se lo dije a mi mamá.
Olvidan que ellos también tuvieron 15 años y que cuando tienes 15 años eres una bomba de estrógenos, hormonas y deseos reprimidos, de deseos reprimidos y no tanto. ¿Qué creen que haces cuando te encierras en tu cuarto y dices que vas a estudiar?
Los papás son bien cagados. Creen que pueden controlar todo, cuando te dicen: regresas aquí antes de las dos, como si no pudieras coger por las mañanas.
Por qué les preocupa tanto que sus hijas vivan algo que ellos también quieren o quisieron. Por qué les preocupa tanto que te metan un pedacito de carne entre las piernas. Ese pretexto para no sentirte solo para sentir toques en la espina dorsal y en el cerebro, ternura y cariñito.
